sábado, 14 de junio de 2014

Mis poetas favoritos: ARIEL CANZANI

Ariel Canzani D. (1928-1983) Poeta. Fue director de la revista "Cormorán y delfín", una de las publicaciones de poesía argentina más difundidas por el mundo en las décadas del 60 y del 70. En el periódico "Alberdi", que se editaba en Vedia, provincia de Buenos Aires, tuvo una columna semanal, además de colaborar en revistas de América latina y de Europa. Dirigió las ediciones de poesía Dead Weight. "Poemas del círculo vicioso", "De mar en mar, de tierra en tierra" y "Poema para que viva la esperanza" son algunos de sus libros de poemas editados.
 
Ariel Canzani D. se adelantó a su tiempo en casi todos los temas centrales de la vida contemporánea. Ningún ámbito del pensamiento resultó ajeno a su búsqueda incesante. Estuvo invariablemente a la vanguardia de la literatura, la sociología, la filosofía, la psicología, y la ecología –acerca de la cual predicó tempranamente-. Como no podía ser de otra manera en un hombre de su temple moral y formación intelectual, se ubicó a la izquierda del pensamiento social. No transó con la obsecuencia ni con los obsecuentes, y pagó el precio correspondiente por no doblegarse ante los altares de la miseria espiritual establecida. Cuando murió, sabía que el socialismo soñado no habría de llegar, que el hombre no alcanzaba a llenar la silueta mínima indispensable como para plasmar esa simple utopía de fabricar un mundo de hombres, ni más ni menos. Soy de aquellos que sospechan que su muerte se adelantó a causa de la decepción y del asco, de la insoportable visión y padecimiento cotidiano de vivir irremisiblemente condenado a un mundo donde la poesía ha quedado confinada al ámbito reducido de las palabras, amurallada tras la inmarcesible hipocresía que define a la sociedad, y en particular, a la llamada sociedad occidental y cristiana. Los jóvenes poetas que alguna vez nos acercamos a su altura prometeica buscando consejo o ayuda, encontramos el torrente generoso de su cálida presencia de patriarca y de profeta. Nos dejó una obra vasta y majestuosa en su proyección vertical hacia las dimensiones más significativas y trascendentes de la existencia humana. Nos toca hoy continuar la obra que dejó inconclusa.