sábado, 25 de enero de 2014

"LOS HOMBRES VANOS", T.S. Eliot


UN PENIQUE PARA EL VIEJO GUY

I

Somos los hombres vanos
Somos los atestados
Que yacen juntos.
Cabezal henchido de paja. ¡Ay!
Nuestras voces secas, cuando
Susurramos juntos,
Son calladas y sin sentido
Como viento en yerba seca
O patas de rata sobre vidrio roto
En nuestro sótano seco.

Horma sin forma, sombra sin color,
Fuerza paralizada, ademán sin movimiento.

Los que han cruzado
Con ojos directos, al otro reino de la muerte
Nos recuerdan -si acaso- no como extraviadas
Almas violentas, sino sólo
Como los hombres vanos
Los atestados.

II

Ojos que no me atrevo a ver soñar
En el reino de sueño de la muerte
Ellos no aparecen:
Allá, los ojos son
Sol sobre una columna rota
Allá, un árbol hay que oscila
Y hay voces
Que cantan en el viento
Más distantes y solemnes
Que una estrella fugaz.

Dejadme estar no más cerca
En el reino de sueño de la muerte
Dejadme así vestir
Tan adredes disfraces
Abrigo de rata, cuero de cuervo, desfondos cruzados
En un campo
Obrando como el aire obra
No más cerca
­ No ese final encuentro
En el reino sombrío.

III

Esta es la tierra muerta
Esta es tierra de cactus
Aquí las imágenes de la piedra
Son alzadas, aquí reciben
La súplica en la mano del cadáver
Debajo de los guiños de una estrega fugaz.

Es así como esto
En el otro reino de la muerte
Solos caminamos
A la hora en la que somos
Temblando con ternura
Labios que besarían
Desde plegarias hasta piedras rotas.

IV

Los ojos no están aquí
No hay ojos aquí
En este valle de estrellas que mueren
En este valle hueco
Esta rota mane mandíbula de nuestros reinos perdidos

En este último lugar de las reuniones
Nos congregamos
Y nos callamos
Plegados en la margen del crecido río

Ciegos, aunque
los ojos reaparezcan
Como perpetua estrella
Rosa multifoliada
Del reino sombrío de la muerte
La sola esperanza
De hombres vanos.

V

Vamos rodeando la tuna
Una tuna, una tuna
Vamos rodeando la tuna
A las cinco de la madrugada.

Entre la idea
Y la realidad
Entre los actos
Y el ademán
Cae la sombra

Porque Tuyo es el reino

Entre el concepto
Y la creación
Entre la emoción
Y la respuesta
Cae la sombra

La vida es muy larga

Entre el deseo
Y el espasmo
Entre la potencia
Y la existencia
Entre la esencia
Y el descenso
Cae la sombra

Porque Tuyo es el reino

Porque Tuya es
La vida es
Porque Tuyo es el

Y así se acaba el mundo
Y así se acaba el mundo
Y así se acaba el mundo
No con un estallar, con un sollozo.

(T. S. Eliot)

Traducción de Julio Hubard

Pintura: “Resurrection blanc titane”, Itsván (Ettienne) Sándorfi