sábado, 4 de agosto de 2012

"MANUAL DE COMBATE", Charles Bukowski

Dijeron que Céline era un nazi,
dijeron que Pound era un fascista,
dijeron que Hamsun era un nazi y un fascista.
Pusieron a Dostoievsky frente a un pelotón
de fusilamiento
y mataron a Lorca.
Le dieron electroshocks a Hemingway
(y tú sabes que se pegó un tiro),
y echaron a Villon de la ciudad (París),
y Mayakovsky,
desilusionado con el régimen,
y después de una pelea de enamorados,
bueno,
también se pegó un tiro.
Chatterton se tomó veneno de ratas
y funcionó,
y algunos dicen que Malcom Lowry se murió
ahogado en su propio vómito
borracho.
Crane se tiró a las hélices
del barco o a los tiburones.

El sol de Harry Crosby era negro.
Berryman prefirió el puente.
Plath no encendió el horno.

Séneca se cortó las muñecas en la
bañera (es la mejor manera:
en agua tibia).
Thomas y Behan se emborracharon
hasta morir, y
hay muchos más.
¿Y tú quieres ser un
escritor?

Es esa clase de guerra:
la creación mata,
muchos se vuelven locos,
algunos pierden el rumbo y
no lo pueden hacer
nunca más.
Algunos pocos llegan a viejos.
Algunos pocos hacen dinero.
algunos se mueren de hambre (como Vallejo).
Es esa clase de guerra:
bajas por todas partes.

Está bien, adelante,
hazlo,
pero cuando te ataquen
por el lado que no ves,
no me vengas con
remordimientos.

Ahora me voy a fumar un cigarrillo
en la bañera
y luego me voy a ir a
dormir.

Charles Bukowski.

Pintura: "La muerte de Marat" (1793), Jacques-Louis David, Musées Royaux des Beaux-Arts, Bruselas, Bélgica.