sábado, 10 de marzo de 2012

"EL LAMENTO DE ARIADNA (CATULO 64. 132 - 157)", Gayo Valerio Catulo.

“¿Así  infiel, después de haber sido llevada de los altares ancestrales,
me has dejado en una playa desierta, traicionero Teseo?
Así, de salida, con el poder divino de los dioses olvidados,
¿verdad, oh persona, sin pensar, llevas a tu casa un maldito juramento en falso?  135
¿No era algo capaz de cambiar el plan de tu mente cruel?
¿Fue sin piedad a tu disposición,
para que tu pecho cruel  estuviera  dispuesto a compadecerse de mí?
Pero no se me han otorgado las cosas que antes  me habían sido prometidas
por tu  voz seductora, ni que esperar pueda ya estas cosas,  140
la esperanza de los matrimonios felices, la esperanza para una boda deseada,
que estas cosas, todas promesas vacías, los vientos en  pedazos airean.
Ahora  ya,  que ninguna mujer confiar en un hombre pueda,
que ninguna mujer espere  que los discursos de los hombres sean fieles,
mientras que desean  algo, la mente tiene el deseo de conseguirlo.   145
No temen  jurar nada, no se abstienen de prometer nada;
pero tan pronto como los deseos de la mente que desea se han cumplido,
de ninguna manera las palabras temen, de ninguna manera se preocupan por las  falsas promesas.
Por supuesto que te he salvado del centro de la turbina de la muerte,
y decidí  perder a un hermano 150
en lugar de fallarte, falso, en ese momento final.
A cambio me darás como presa a ser despedazada por las fieras
y las aves de gran tamaño, y yo, muerta, no seré enterrada con la tierra encima.
¿Qué tipo de leona te dio a luz debajo de un acantilado solitario?
¿Qué océano te escupió, después de haber sido concebido desde sus olas espumosas,  155
qué Sirte, qué depredadora Escila, qué terrible Caribdis,
que tales recompensas  pagas por una dulce vida?

Gayo Valerio Catulo.

ORIGINAL EN LATÍN.

'Sicine me patriis auectam, perfide, ab aris
Perfide, deserto liquisti in litore, Theseu?
Sicine discedens neglecto numine diuum,
Immemor a! deuota domum periuria portas?                       135
Nullane res potuit crudelis flectere mentis
Consilium? tibi nulla fuit clementia praesto,
Immite ut nostri uellet miserescere pectus?
At non haec quondam blanda promissa dedisti
Voce mihi, non haec miserae sperare iubebas,                     140
Sed conubia laeta, sed optatos hymenaeos,
Quae cuncta aereii discerpunt irrita uenti.
Nunc iam nulla uiro iuranti femina credat,
Nulla uiri speret sermones esse fideles;
Quis dum aliquid cupiens animus praegestit apisci,               145
Nil metuunt iurare, nihil promittere parcunt:
Sed simul ac cupidae mentis satiata libido est,
Dicta nihil metuere, nihil periuria curant.
Certe ego te in medio uersantem turbine leti
Eripui, et potius germanum amittere creui,                           150
Quam tibi fallaci supremo in tempore dessem.
Pro quo dilaceranda feris dabor alitibusque
Praeda, neque iniacta tumulabor mortua terra.
Quaenam te genuit sola sub rupe leaena,
Quod mare conceptum spumantibus exspuit undis,             155
Quae Syrtis, quae Scylla rapax, quae uasta Carybdis,
Talia qui reddis pro dulci praemia uita?

Gaius Valerius Catulus.

Pintura: "Ariadna" (1905), Herbert James Draper, Colección privada.