domingo, 28 de septiembre de 2014

"COSTUMBRE", Mayte Dalianegra


El polvo del camino 
está acostumbrado
a los perros flacos que vagabundean,
a los niños huérfanos  —de todo— que regresan 
a la humildad de sus hogares 
abrazados 
a pequeños tesoros,
a juguetes rotos e inservibles
hallados con tesón en los vertederos.

El polvo del camino 
está acostumbrado 
a las huellas 
que graban en su árida piel 
los tacos
de botas militares y las orugas 
de tanquetas y carros de combate.

El polvo del camino 
—impasible y estéril—
está acostumbrado
también a otras huellas,
las de pies mal calzados 
arrastrándose, pesarosos, 
hacia el exilio
impuesto por la voz del fusil.

El polvo del camino,
que todo lo sabe y todo lo calla,
fiel a su costumbre,
rehúsa hablar del humo de las bombas
y de los niños rotos como sus juguetes.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura: "Lorenza II, retrato de una niña palestina", Sandra València


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"JUVENTUD, YO TE CONSUMO", Philippe Jaccottet

Juventud, yo te consumo
con esta madera que fue verde
en el humo más claro
que haya llevado nunca el aire.

Alma que por nada te asustas,
la tierra del fin del invierno
es sólo una tumba de abejas.

Philippe Jaccottet.

(Versión de Rafael-José Díaz).

Pintura de Martinho Isidro Correia.

"MIENTRAS TE ESCUCHO", Philippe Jaccottet

Mientras te escucho,
el reflejo de una vela
tiembla en el espejo
como una llama trenzada
en agua.

Esta voz, también, ¿no es el eco
de otra, más real?

¿ Va él a escucharla, él que se debate
entre las manos siempre demasiado lentas
del verdugo?
¿La oiré yo?

Si alguna vez hablan por encima de nosotros
entre los árboles constelados de su abril.

Philippe Jaccottet.

(Versión de Rafael-José Díaz).

Pintura de Vladimir Ekimov.

"HABRÁ EN MI OJO...", Philippe Jaccottet

Habrá en mi ojo siempre sin embargo
una invisible rosa de nostalgia
como esas veces en que sobre un lago
ha pasado la sombra de un pájaro

Philippe Jaccottet. 

(Versión de Rafael-José Díaz).

Pintura: "El falso espejo" (1935), René Magritte.

"ESCUCHA, MIRA...", Philippe Jaccottet

Escucha, mira: ¿no hay algo que sube
de la tierra, de mucho más abajo,
como una luz, en oleadas, como un Lázaro
herido, absorto, en lento batir de alas
blancas -mientras que por un instante todo calla,
y es en verdad aquí donde estamos, asustados,
y no descienden así de más allá del cielo,
a su encuentro, otros vuelos, más blancos
-por no haber discurrido entre raíces de barro-,
y no corren ahora unos contra otros
cada vez más deprisa, a la manera
de los encuentros amorosos?

Ah, piénsalo, dilo, sea lo que sea,
di que algo así puede ser visto,
que sabréis aún correr así,
pero dentro del áspero manto de la noche.

Philippe Jaccottet.

(Versión de Rafael-José Díaz).

Pintura: "La masía", Joan Miró.

"LA LECHUZA", Philippe Jaccottet

La noche es una gran ciudad dormida
donde sopla el viento... Llegó de lejos hasta
el asilo de este lecho. Es junio, y medianoche.
Tú duermes, me han llevado a estos bordes infinitos,
el viento mueve el avellano. Esta llamada
se acerca y se retira, diríamos que es
un destello huyendo entre los bosques, o bien
las sombras que giran, se dice, en los infiernos.
(De esta llamada, cuántas cosas podría decir
en la noche de estío, y de tus ojos...) Pero no es
sino la lechuza, ese pájaro, llamándonos desde el fondo
de estos bosques de suburbio. Y ya nuestro olor
es el de la podredumbre al alba,
ya bajo nuestra cálida piel apunta el hueso,
mientras se apagan los astros en todas las esquinas.

Philippe Jaccottet.

(Versión de Rafael-José Díaz).

Pintura: "Juego de lechuza", Alberto Garo.

Mis poetas favoritos: PHILIPPE JACCOTTET

Philippe Jaccottet (nacido en Moudon, Suiza, el 30 de junio de 1925) es un poeta y traductor de varios idiomas, afincado en Francia desde 1953.

Nacido en Moudon, Jaccottet estudió Letras en Lausana, si bien pronto se trasladó a París, donde trabajó para la editorial Mermod durante varios años. Muy joven, conoció al poeta Gustave Roud, con el que mantuvo una importante y larga Correspondencia, 1942-1976.

Finalmente se instaló, al casarse en 1953 con la pintora Anne-Marie Haesler, en una pequeña población, Grignan, de la comarca de Drôme, en la Provenza, para vivir toda la vida allí dedicado a la literatura y a la traducción. En ese mismo año, Jaccottet publicó su primer libro de poesía. Y ha seguido escribiendo —ensayos, críticas, prosas, poemas— hasta la actualidad. Hoy se le considera uno de los más grandes poetas vivos de lengua francesa.

Se han traducido al castellano varios de sus libros. Su ensayo Rilke por sí mismo; una bella y extraña narración en primera persona, con un trasfondo existencial y ontológica, La oscuridad; y varios libros de poesía, como Cantos de abajo, A la luz del invierno, Pensamientos bajo las nubes, El ignorante, A través de un vergel, Cuaderno de verdor, Y, sin embargo y Aires, además del ensayo El paseo bajo los árboles. La mayoría de estas versiones se deben al poeta y traductor Rafael-José Díaz. El también poeta Fernando Romera tradujo al castellano una selección de sus poemas bajo el título de "24 poemas".

Por otro lado, Jaccottet ha hecho traducciones al francés muy reconocidas, sobre todo del alemán, pero también del italiano, español, ruso y griego. Efectivamente, tradujo a clásicos alemanes como Goethe o Friedrich Hölderlin, y a escritores del siglo XX como Mann, Rilke, así como la obra completa de Musil, de quien es gran especialista.

Pero asimismo ha traducido obras de Leopardi, y de Ungaretti o Carlo Cassola. A ello se añade una versión del poeta ruso Mandelstam, otra de Góngora, y un magnífico Homero: la Odisea.

Jean Starobinski ha señalado la confianza que los poemas de Philippe Jaccottet suscitan en el lector; su escritura sería una voz leal que habita el sentido, que encaja en la melodía: ante él pensamos que aún el discurso poético es posible, fuera de la solemnidad y de la grandilocuencia. El autor evita la gratuidad y la brillantez de las imágenes, pero también elude excluirse; Jaccottet no se ausenta, pero si no renuncia a la función expresiva, propia de la lírica, sin embargo su voz es la de alguien discreto en un grado máximo.Es uno de los pocos escritores que han sido recopilados en vida por La Pléiade: OEuvres, 2014.

martes, 9 de septiembre de 2014

"VOLVER A TI", Mayte Dalianegra


Volver a ti
como vuelve la lluvia al río
después de renunciar al estado gaseoso,
después de haber dejado atrás la sal del mar.

Volver y licuarme,
abrirme paso —con la determinación del rayo—
a través
del páramo yermo,
del sólido corazón de las rocas;
filtrarme en tus simas,
filtrarme en tus  cavernas
y circular por tus corrientes tibias
y subterráneas.

Ser el manantial que baile
sus aguas transparentes
en torno a lotos y nenúfares,
en torno a lirios y azucenas.

Ser la fuente que aplaque tu sed
en un cáliz nuevo,
beber también de tu caudal
y olvidar las arenas rizadas de dunas
con sus ilusorios espejismos de oasis.

(Mayte Dalianegra)



Pintura: “Ninfa de agua” (1923), John Collier


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Música: "Snap out of it", Arctic Monkeys

"NADA HA CONCLUIDO", Michel Leiris

No ha concluido de agitarse el mar
golpe de espuma y olas
que semejan ropajes desplegados
y la naturaleza se expande todavía
maremágnum de piedras y de hojas

Los restos de jornadas caedizas
sobre armarios de luna levantados
infectan las alcobas en donde el rayo irrumpe
la fúlgura bastarda y vacilante
de todos los desagües

Sin embargo
Oh mi rayo
mi relámpago regio

Cuando desciendas sobre las montañas
rozándoles los belfos
oscuros toros cuyos flancos mugen
cual toneles que ruedan al fondo de las cavas
parodias de sarcófagos simulacros de tumbas
¿vendrás a rematar a esta bestia cansada
tú que sabes lucir abierto como el oro
tu destellante acero
tu capote de nubes
tus rodillas en tierra
como gallardo espada?

Michel Leiris.

(Traducción de Antonio Martínez Sarrión).

Pintura: "Bessy Cove" (1899), Arthur Hughes.

"HERMANO Y HERMANA", Michel Leiris

Hermano y hermana
como la aguja y el hilo
como el ojo y la lágrima
como el viento y el ala

Hermano y hermana
como la flecha y el arco
como la nube y el rayo
como la sangre y las venas

azotará un duro viento
que secará la hábil lengua de las fuentes
rajará las vasijas de negra arcilla

¿Jamás retornaremos
a nuestras sagradas humedades
nefastas sólo para lo que teme la herrumbre
nosotros que procedemos del fondo del mar?

Michel Leiris.

(Traducción de Antonio Martínez Sarrión).

Pintura: "Niños por el mar" (1910) Arthur Rackham.

"DEMASIADO TARDE", Michel Leiris

Demasiado tarde
es la muerte de los tarots
la muerte de las piedras preciosas y las escalas salvajes
muerte de los relojes de la luz
hundimiento de los engreídos escaparates
muerte de las antiguas arrugas en las humanas frentes
cuyos relieves agrietan la tierra
muerte de los muertos agitados por la acritud de los sobresaltos
muerte de los rostros tejidos con hilos de humo
muerte de las cartas cerradas en el vientre de los buzones
muerte de la maquinaria que mueve los barcos
muerte de los burdeles de clavados postigos en cada clavo una gota de sangre menstrual
muerte de los monstruos marinos
apestosas playas
arenales que remueve el dedo de un fantasma
muerte de las algas voladoras que trazan algebraicos signos sobre el frontón de las olas
cuando las escamas se extienden en columnas

muerte de las cadenas amarradas al suelo con argollas
grieta de hielo entre cielo y tierra
ruptura de contrato fin de la clausura
muerte de los sordo-mudas-ciegos
incendio de muletas
muerte de sangrantes mordiscos
muerte de los peñascos
de los labios
de los enamorados
muerte del amor de los astros
muerte de la mirada
muerte de la muerte
demasiado tarde

Michel Leiris.

(Traducción de Antonio Martínez Sarrión).

Pintura: "Ícaro",  Hendrick Goltzius.

"BELLA", Michel Leiris

Para descubrir la existencia de los extasiados filones
en las móviles profundidades de tu cuerpo
mis dedos son varitas mágicas

Insólitas serpientes de la cólera

mis muebles se odian en mi dormitorio
y sus grandes batallas inmóviles recuerdan
las de nuestras manos las de nuestros labios
las de febriles vapores que brotan a medianoche en los puertos
las de mansiones que invisiblemente se rajan de alto en bajo
cuando los pasos de una mujer demasiado bella resuenan

Ella era hermosa como el día

Belleza es la corona ardiente
es el rumor que recorre el árbol
del corazón a la corteza por la albura
Belleza es el esplendor de una boca que se pliega
herida por los remolinos de un lenguaje en excesivo amargo
como son todas las lenguas que pretenden decir alguna cosa

Ella era bella como un espejo
un deformante espejo donde se miran igualados por la común irrealidad
los que son feos y aquellos que poseen una insensata elegancia

Los espejos se empañarán cuando sus labios hayan concluido
de dar en el espejito del bolso ese precario signo de vida
los espejos madurarán
porque madura cuanto se empaña

Y en efecto

es la muerte eterna quien -royendo cuerpos y rostros­
otorga a algunos ese encanto inolvidable
de las viejas cosas que han perdido el dorado Extremos de cordón roto
Troceados corazones Ojos perdidos Cortadas uñas
Amo cuanto se deshace
maduros frutos que caen a tierra a tiempo de enmascarar su fracaso en la noche
Oh inalterable blancura de las tenues aureolas
Cuerpos destruidos Marchitos rostros
Inseguras estatuas roídas por la lluvia y los hongos
No amo sino vuestra forma devastada
pareja a cuanto el amor amengua y decolora

Michel Leiris.

(Traducción de Antonio Martínez Sarrión).

Pintura de Enrique Estévez Ochoa (Cádiz, 1891-1978).

Mis poetas favoritos: MICHEL LEIRIS

Michel Leiris (poeta surrealista francés, 1901 - 1990). Miembro de una familia burguesa y cultivada, se licenció en filosofía en 1918 y, tras un breve intento de estudiar química, desarrolló un fuerte interés por la poesía y el jazz. Entre 1921 y 1924, Leiris conoció a un importante número de destacadas figuras como Max Jacob, Georges Henri Rivière, Jean Dubuffet, Robert Desnos, Georges Bataille así como a André Masson que pronto se convirtió en su mentor. A través de Masson, Leiris se convirtió en miembro del movimiento surrealista, colaborando en La Révolution surréaliste. Publicó Simulacre (1925) y Le Point Cardinal (1927). En 1926 contrajo matrimonio con Louise Godon, hijastra del marchante de Picasso, Daniel-Henri Kahnweiler, y viajó a Egipto y Grecia.

Después de un enfrentamiento con André Breton en 1929, se unió al equipo de Bataille como subdirector del periódico surrealista Documents en el que contribuyó de forma regular con diversos artículos. Participó también en la misión etnográfica conocida como Dakar-Djibouti como secretario del director de la misión, Marcel Griaule. A partir de esta experiencia publicó su primer libro importante, L'Afrique Fantomê, en el que se combinaban el estudio etnográfico con la autobiografía, y rompía con el estilo tradicional de escritura de las obras de etnografía. A su regreso, empezó a trabajar como etnógrafo en el Musée de l'Homme, cargo que desempeñó hasta 1971.

En 1937, junto con Bataille y Roger Caillois, fundó el Collège de Sociologie, en respuesta a la situación internacional del momento. Involucrado cada vez más en política, participó en 1945 en una destacada misión a Costa de Marfil cuyos informes sirvieron para la supresión de la esclavitud en las colonias francesas. Leiris se vio envuelto en diversos temas políticos, como la Guerra de Independencia de Argelia, y fue uno de los primeros en firmar un manifiesto a favor de la lucha contra los poderes coloniales en ese país africano.

En 1961 fue nombrado director del C.N.R.S. (Centre national de la recherche scientifique) y publicó numerosos textos críticos de artistas a los que admiraba, como Francis Bacon del que era amigo íntimo. Considerado como una de las figuras más destacadas de la literatura francesa del siglo XX.
 
Leiris dejó numerosas obras en los más variados estilos: desde la autobiografía a la crítica musical, pasando por los trabajos científicos.